Los
zifios pertenecen a la Familia Ziphiidae establecida en 1865
por John Edward Gray, conservador del British Museum, para incluir
en ella a todos los cetáceos de talla media (más
de 4 m) con rostro prominente y dos surcos que convergen en
la garganta. Al menos, y en esto los estudios genéticos
están aportando nuevos descubrimientos, la Familia Ziphiidae
esta representada por 22 especies agrupadas en 6 géneros.
(TABLA I). No obstante, los hábitos oceánicos,
el soplo poco notable, inmersiones y emersiones suaves junto
a un comportamiento evasivo hacen que las observaciones de animales
vivos sean muy escasas En este sentido señalar que varias
especies de la Familia son algunas de las criaturas más
desconocidas del planeta y en algún caso nunca han sido
vistas en el mar. Por estos motivos gran parte de la historia
natural de los zifios viene inferida del estudio de ejemplares
varados.
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Entre
los representantes menos conocidos se encuentra el zifio
de Longman Indopacetus pacificus, que se conoce
únicamente por dos cráneos colectados en
1822 y 1955 y por otros 5 ejemplares del 2002, el zifio
de Shepherd Tasmacetus shepherdi por 10 ejemplares
y el zifio de Héctor Mesoplodon hectori
del que tan sólo se dispone de cráneos.
Sin embargo, alguna especie de gran tamaño, como
el zifio calderón del Norte Hyperoodon ampullatus
y el zifio de Baird Berardius bairdi, han sido
capturados desde el siglo XIX por la industria ballenera.
De hecho, la especie más conocida en lo que se
refiere a biología y ecología de esta singular
familia es el Hyperoodon ampullatus.
En
Canarias se encuentra bien documentada la presencia de
al menos 6 especies de la Familia Ziphiidae
Zifio
de Cuvier
Zifio
de Blainville
Zifio de Gervais
Zifio
de Sowerbys
Zifio
de True
Zifio
calderón boreal
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Descripción:
En
el mar muestran un cuerpo hidrodinámico, robusto y lateralmente
comprimido. El aspecto es el de un animal con poca diferenciación
entre cabeza, tórax y abdomen. El rostro es más
afilado en Tasmacetus y Mesoplodon, siendo progresivamente
más robusto con la talla en los otros géneros. De
la misma forma, el melón es más pequeño en
los géneros de menor talla, apareciendo más desarrollado
en Ziphius y Berardius, hasta el gran melón
de Hyperoodon que llega a ser muy bulboso en los machos
adultos.
Se
distinguen por presentar dos surcos gulares en forma de V,
aletas pectorales pequeñas y la aleta dorsal pequeña
y retrasada en relación al centro del cuerpo. Sin muesca
o escotadura en la aleta caudal. Por lo general con marcas o cicatrices
en la superficie del cuerpo producidas entre miembros de la misma
especie en épocas de actividad reproductora.
Las
tallas máximas varían desde 3,7 m en el zifio enano
Mesoplodon peruvianus hasta los 12,8 m y más de
13 toneladas del zifio de Baird Berardius bairdi. Las hembras
alcanzan un mayor tamaño y longitud, con la única
excepción conocida hasta el momento del zifio calderón
del Norte.
El
carácter de diagnóstico primario para la identificación
de los zifios es la morfología de los dientes y su situación
en la hemimandíbula. Es posible determinar el sexo
y la edad de un zifio por los dientes de su cráneo.
La mayor parte de las especies conservan un solo par de dientes
funcionales en la mandíbula que sobresalen de las encías
únicamente en los machos adultos. Sólo el
zifio de Shepherd Tasmacetus shepherdii conserva de 19
a 27 dientes en ambas hemimandíbulas. En las hembras y
en los juveniles, con la excepción del zifio de Shepherd
y del género Berardius (que presenta dos pares de dientes
en la mandíbula), los dientes permanecen ocultos en las
encías por lo que deben ser extraídos por disección
para confirmar la identidad de la especie. Esta característica
dimórfica podría estar asociada al comportamiento
social de las diversas especies, ya que es frecuente observar,
al igual que en otros cetáceos, marcas de dientes por el
cuerpo debido a encuentros sociales con otros ejemplares. Resulta
interesante el haber encontrado dos dientes vestigiales en las
maxilas de un zifio de Cuvier varado en las costas de Fuerteventura.En
los dientes de machos adultos suelen fijarse crustáceos
cirripedos del Género Conchoderma (C. auritum).
También sobre la superficie corporal es frecuente observar
numerosas marcas y cicatrices causadas por mordidas de pequeños
tiburón cigarro (Isistius brasiliensis o I. plutodus)
Cráneo de zifio de Blainville (macho adulto)
Los
cráneos de los zifios poseen una depresión facial
expandida como los delfinidos, pero en su margen posterior se
encuentra mucho más elevado. El arco zigomático
es pequeño y oculto en vista dorsal bajo los costados de
la depresión facial. El rostro es muy afilado y el palatino
es muy convexo. La mandíbula inferior tiene forma de V
y es tanto o más ancha que el rostro. Las hemimandíbulas
presentan una consistencia densa, y están unidas en su
parte anterior por una sínfisis de mediana longitud.
Cráneo de zifio de Cuvier (hembra)
El
esqueleto axial varía entre 44 y 49 vértebras.
De las 7 vértebras cervicales las 3 primeras están
soldadas en Mesoplodon y 4 en Ziphius. El género
Hyperoodon presenta las 7 vértebras cervicales soldadas.
A las cervicales le siguen entre 8 y 11 vértebras torácicas,
10 a 13 lumbares y de 17 a 21 caudales. Los procesos neurales
de las vértebras torácicas y lumbares son típicamente
alargados para servir de anclaje a la masa muscular. Excepto el
rostro, los huesos son muy porosos y con un alto contenido lipídico.
Hábitos alimenticios
La
Familia Ziphiidae se ha especializado en una dieta fundamentalmente
teutófaga, alimentándose de calamares pelágicos
y también de peces y crustáceos mesopelágicos,
por lo que evolutivamente han ido perdiendo el tren de dientes
típico del suborden Odontoceti. Esta pérdida de
las piezas dentales fundamenta la forma de alimentación
de estos animales, que parece estar basada en la succión
gracias a la expansión de la garganta que facilitan los
dos surcos yugales.
Los
estudios realizados con Z. cavirostris en diversas
zonas del mundo han destacado la presencia de una gran número
de cefalópodos. En el Atlántico se han identificado
las Familias Histioteuthidae, Enoploteuthidae, Gonatidae,
Octopoteuthidae, Brachioteuthidae y Chiroteuthidae
dentro de la dieta de 8 animales varados habiendo identificado
como los más comunes a las especies Teuthowenia megalops,
Mastigoteuthis schmidti y Taonius pavo (Santos et
al., 2001). En las islas Canarias, los estómagos de 4 ejemplares
analizados han permitido identificar cefalópodos de los
géneros Histioteuthis sp. y Pholidoteuthis sp.
(P. adami). No obstante la presencia de peces oceánicos
y crustáceos de profundidad en el estómago de los
zifios es una evidencia de que son oportunista en sus hábitos
alimenticios.
Distribución
Los
zifios se distribuyen por todos los océanos, desde aguas
tropicales hasta los hielos polares, aunque la verdadera distribución
de muchas especies es realmente desconocida ya que se dispone
de solo unos pocos varamientos. Con relación a la topografía
y batimetría del fondo parece que prefieren áreas
submarinas de pendientes escalonadas y cañones submarinos
profundos
No
se conoce mucho sobre los movimientos que realizan estas especies,
aunque los últimos estudios realizados con el zifio calderón
del Norte H. ampullatus se han detectado movimientos horizontales
diarios de 4 Km.sobre los 1000 m de profundidad, compartiendo
isóbata con al menos el Z. cavirostris y M. perrini
El M. densirostris ha sido descrito desde los 300 m de
profundidad hasta profundidades de más de 1000 m en base
a la abundante presencia de una calamar del género Gonatus
en diversos estómagos analizados. Las diferencias en
la amplitud del nicho ecológico de los teutívoros
mesopelágicos podrían estar directamente relacionadas
con sus patrones de movimientos. Por otro lado, aunque no se han
desarrollado muchos estudios acerca del grado de fidelidad a un
área determinada, en el este de Great Abaco al Norte de
las Islas Bahamas, el M. densirostris y el Z. cavirostris
son especies consideradas permanentes en el área. En Canarias
se ha documentado la presencia de al menos 6 especies de tres
géneros diferentes y se consideran residentes al menos
a M. densirostris, M.europaeus y Z cavirostris.
Relación de zifios descritos hasta el momento y citados
en Canarias (tabla 1)
Berardius
bairdii (Stejneger, 1883) Zifio de Baird
Berardius arnuxii (Duvernoy, 1851) Zifio de Arnoux
Ziphius
cavirostris
(Cuvier,
1823) Zifio de Cuvier
Hyperoodon
ampullatus (Forster,
1770) Zifio Calderón del Norte
Hyperoodon planifrons (Flower, 1882) Zifio Calderón
del Sur
Tasmacetus
shepherdi (Oliver, 1937) Zifio de Shepherd
Indopacetus pacificus (Moore, 1968) Zifio de Longman
Mesoplodon
densirostris
(Blainville, 1817) Zifio de Blainville
Mesoplodon grayi (Von Haast, 1876) Zifio de Gray
Mesoplodon ginkgodens (Nishiwaki and Kamiya, 1958) Zifio
de dientes de Ginkgo
Mesoplodon hectori (Gray, 1871) Zifio de Héctor
Mesoplodon carlhubbsi (Moore, 1963) Zifio de Hubbs
Mesoplodon peruvianus (Reyes, Mead and Van Waerebeek, 1991) Zifio
pigmeo
Mesoplodon
bidens
(Sowerby, 1804) Zifio de Sowerby
Mesoplodon
europaeus (Gervais, 1855) Zifio de Gervais
Mesoplodon
mirus (True, 1913)
Zifio de True
Mesoplodon layardii (Gray, 1865) Zifio de Layard
Mesoplodon bowdoini (Andrews, 1908) Zifio de Andrew
Mesoplodon stejnegery (True, 1885) Zifio de Stejnegery
Mesoplodon perrini (Dalebout, 2002) Zifio de Perrin
Mesoplodon traversii (Gray, 1874) Zifio de Travers
Mesoplodon hotaula (Deraniyagala, 1963, 2014) Zifio de Deraniyagala
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