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Listado de cetáceos en Canarias
 


Zifio de Cuvier. Norte de Tenerife. Foto: Vicente Pérez Melián


cachalote varado en Las Salinas. Fuerteventura 1975


Cachalote varado en La Guirra. Fuerteventura. 1964.
Foto cedida por Antonio Nieves Navarro.
Reserva de la Biosfera

Los cetáceos en Canarias: un viaje por el mito, la leyenda y la moderna investigación científica.

Resulta sorprendente que, a pesar de la importante presencia de estos animales en Canarias, el interés científico por su estudio solo comienza a ser reflejado con cierta rigurosidad a partir de mediados del siglo pasado, casi siempre basándose en el análisis de cetáceos varados, lo que permitía identificar a las distintas especies presentes en las islas. No obstante, esta aparente carencia documental e investigadora se compensa a partir de finales de la década de los años ochenta del pasado siglo cuando se cancelan los últimos reductos y símbolos de actividad ballenera y se produce una auténtica eclosión en la conciencia conservacionista en relación a los cetáceos en nuestro entorno. Finalmente, acontecimientos desgraciados como los varamientos masivos acaecidos en las islas de Fuerteventura, Lanzarote y La Palma tras maniobras militares aportaron un apoyo social imprescindible a la ingente labor investigadora que se venía desarrollando con muy poco reconocimiento desde hacía dos décadas. Y a todo ello se suma la irrupción de la experiencia del avistamiento de ballenas como un nuevo recurso turístico. La observación de cetáceos experimenta día a día un aumento en lo que a popularidad se refiere por lo que se ha hecho necesario que esta actividad sea regulada en aquellos países donde se lleva a cabo y que se incentive el conocimiento y conservación de las poblaciones sujetas a dicha actividad.

Las reseñas bibliográficas sobre la presencia de ballenas y delfines en Canarias resultan muy relevantes desde el punto de vista histórico y científico. Las primeras reseñas quizás sean las que se recogen en un texto de Plinio el Viejo "Historia Natural" sobre la expedición del Rey Juba II (siglo I AC) a las islas, en la que entre otras cosas y productos de interés, señala la abundancia de ballenas que el mar arrojaba a sus costas. A. Mederos y G. Escribano en su publicación "Las Islas Afortunadas de Juba II" (Gerion 2002) señalan que la presencia de cetáceos arrojados por el mar a las costas canarias, además de ser un fenómeno que sigue produciéndose en la actualidad, viene recogida en el siglo XVIII por L. Feuillée (1724/1997: 124) quien menciona que dos sucesivas tempestades marinas arrojaron dos ballenas a tierra que fueron aprovechados para extraer aceite y sus huesos "para hacer muebles en sus casas". En época aborigen tenemos constatado su uso para la elaboración de ídolos en Fuerteventura procedentes de la Cueva de los Ídolos en La Oliva (Castro, 1975-76: 236-240) y colgantes confeccionados con los dientes de cachalotes y otros cetáceos.

En el "Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias" Viera y Clavijo (1799-1810) hace referencia a algunos varamientos ocurridos en el Siglo XVIII y añade algunas consideraciones sobre las ballenas: La ballena es el mayor de los animales y el primero en el género de los cetáceos. El cuerpo de la ballena es una mole enorme de setenta a ciento y tantos pies de largo, cuya cabeza compone casi una tercera parte de ella. Su boca suele tener veinte pies y su quijada en vez de dientes, están guarnecidas de unas franjas o láminas anchas, negras, elásticas, flexibles, le llamamos barba de ballena. Sus ojos son pequeños a proporción y tienen pestañas. Sobre la cabeza lleva una especie de tubo, por donde aspira el aire y arroja luego el agua con una fuerza y estruendo prodigioso. Cerca de la misma cabeza, tiene dos aletones de seis a ocho pulgadas de largo y en la parte inferior una gran cola horizontal, capaz de hundir con ella un pequeño bajel. No está armada de espinas sino de huesos como los brutos. La hembra pare cada vez un solo ballenato, que carga y abraza entre sus aletas y da de mamar echándose de lado sobre la superficie del agua. Su excremento es encarnado, color de bermellón y tiñen con él sus redes algunos pescadores. Nacidas las ballenas en los abismos de los mares del Polo, hacen algunas viajes hacia el Occidente y Medio día: así, desde fines de marzo y durante los meses de abril, mayo y junio las vemos recalar todos los años y quedarse como estacionarias en las calmas y costas del sur de la Gran Canaria y luego en las de la Gomera.

Webb y Berthelot en 1860 hacen referencia al varamiento de un "gran delfín desdentado ......" en las costas de Santa Cruz de Tenerife, sin duda un miembro de la Familia Ziphiidae.Desde esas referencias hay que esperar hasta 1936 en que se menciona el avistamiento de calderones entre las islas de Tenerife y La Gomera (Richard. 1936. Museo Oceanográfico de Monaco). Posteriormente se citan algunos varamientos de pequeños cetáceos en Gran Canaria (Bellon. 1943), y en la misma isla se hace referencia al varamiento de un cachalote pigmeo acaecido en 1973 (Casinos. 1977).

No obstante el conocimiento científico de la gran diversidad de cetáceos presentes en las islas se inicia en los años 80 con Vidal Martin y Rober Vonk y de los resultados de la Red Canaria de Varamientos iniciada en 1991 por V. Martín (SECAC) y M. Carrillo (Macarotecnia S.L) como parte del programa de conservación de cetáceos del Gobierno de Canarias.
Ya en el siglo XXI se une a esta red la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que sin duda le da un nuevo auge al estudio de los casos de varamiento de cetáceos. (Fernández, A. & M.Arbelo. 2000-2014)

Investigaciones sobre distribución y dinámica poblacional se han realizado en la colonia residente de calderón tropical Globicephala macrorhynchus en las aguas del SW de Tenerife (Heimnlich-Boran 1991, Martín & Montero 1993, Aguilar & Díaz 1999, Carrillo et al, 2002, J. Marrero), sobre cachalotes Physeter macrocephalus (André, 1998; Martín et al 2013, M. Pérez), y de los delfines mulares Tursiops truncatus en las áreas LICs de de Gran Canaria y Tenerife (Carrillo&Martín , 2000. Proyecto LIFE. Gobierno de Canarias- Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; Carrillo et al. 2002. Proyecto CETCAN. Gobierno de Canarias......

Sobre el comportamiento acústico y pautas de inmersión de zifios y calderón tropical han sido estudiados desde principios del 2000 por Aguilar et al .Grupo Bioecomar. Ciencias Marinas. Universidad de La Laguna.


Seguimiento y regulación de actividades de Observación de Cetáceos por la Sociedad Española de Cetáceos y el Gobierno de Canarias. (Urquiola, et al. 2006)

2018 © Historia de los cetáceos en Canarias. Manuel Carrillo

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