La
piel |
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Los
colores Los peces son un grupo de animales que presenta colores brillantes de muy variados tonos. Todo este rango de posibilidades cromáticas cumple fines claramente definidos. Por un lado les sirve para pasar desapercibidos, disimulándose en el medio donde viven. Esta facultad, que le favorece tanto ante sus víctimas como ante sus enemigos, se denomina coloración críptica. Tampoco faltan ejemplos de imitadores, los que adoptan coloraciones semejantes a las de otros peces verdaderamente bien armados y peligrosos. Además los distintos patrones de coloración facilitan el reconocimiento entre individuos de sexos diferentes y también puede expresar situaciones o estados de animo con cambios temporales de color que facilitan igualmente el mimetismo. La coloración se debe a la existencia de células pigmentarias en la piel, los cromatóforos, en cuyo interior se encuentran granos de pigmento de diferentes colores. La mayor parte de estos cromatóforos pueden moverse o deformarse y además en el interior de la célula los gránulos de pigmento pueden condensarse, agrupándose en un punto o bien difundirse por todo el citoplasma. Estas variaciones explican los intensos y a veces rápidos cambios de color que observamos en los peces. En las especies que viven cerca de la superficie el pigmento está concentrado principalmente en la región dorsal, difuminándose gradualmente en los costados para llegar a ser blanco en la región ventral. Este patrón de coloración es muy útil para pasar desapercibido tanto por arriba, defensa contra las aves piscívoras, como por abajo, facilita el pasar inadvertido para otros peces situados a mayor profundidad. Los peces bentonicos, han evolucionado para colonizar los fondos marinos. Sutíles diseños de rayas y manchas son utilizados para confundir a los posibles depredadores o para pasar desapercibidos mimetizándose con el fondo. Son los dominios de los expertos del camuflaje con especies que llegan incluso a modificar su aspecto a voluntad. |
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Alimentación
Los denominados peces pelágicos oceánicos, los grandes nadadores, surcan el océano en busca de un sustento que puede ser muy diferente según los casos. Entre ellos se encuentra el tiburón ballena Rhyncodon typus, el mayor pez del planeta, una forma de vida errante que se alimenta filtrando el plancton; pero también los más importantes predadores marinos, como los tiburones, los peces espada y los atunes. Otros, los pelágicos costeros, los que no abandonan la plataforma de los 200 m, como la caballa Scomber japonicus o la sardina Sardina pilchardus se alimentan básicamente de zooplancton. Y aunque son de menor tamaño forman grandes bancos, objeto de una intensiva pesca artesanal y sustento básico para para un amplisimo grupo de peces de mayor tamaño, cefalópodos y mamíferos marinos. |
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Reproducción
En otros casos los progenitores no dejan tantas cosas al azar, invirtiendo parte del esfuerzo reproductivo en mejorar las condiciones de la puesta o en el cuidado de la prole. El romero Centrolabrus trutta y la chopa Spondyliosoma cantharus construyen nidos en los que depositan los huevos fecundados, los primeros entre las algas y los segundos en la arena. Los machos de alfonsito Apogon imberbis llegan mucho más allá; su camada pulula siempre cerca de el y a la menor señal de alarma convierten su boca en un perfecto escondite. En unas pocas especies, en las que se da también la fecundación interna, los huevos se desarrollan en el interior del cuerpo de la hembra y dan lugar a crías completamente desarrolladas. Este tipo de reproducción, en la que nacen pocos ejemplares pero perfectamente adaptados para sobrevivir, es característica de los peces cartilaginosos. El dimorfismo sexual es a veces muy acusado. En algunas especies se producen deformaciones en el diseño normal del cuerpo (protuberancias de la frente del macho) y en otras, los cambios afectan a los colores o al dibujo. Entre estos últimos peces, el más conocido es el caso de la vieja Sparisoma cretense, con machos de color gris y hembras rojas con mancha gris y tonos amarillos detrás de los ojos y en la cola. El hermafroditismo, alternativo o simultáneo también es frecuente, dándose en especies tan conocidas como el mero Ephinephelus marginatus y el pejeverde Thalasoma pavo. En ambos casos los individuos pasan primero por una fase de hembra para convertirse despues en machos. Esta capacidad puede tener una importancia crucial como elemento para compensar las numerosas pérdidas, corrigiendo los posibles desequilibrios poblacionales entre las proporciones de hembras y machos. |
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2002-2018 |
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