Tortuga
laúd
Dermochelys coriacea (Vandelli, 1761)
Identificación:
singular por varios motivos. No posee un caparazón con
placas óseas, como el resto de las tortugas marinas,
sino de pequeños huesos de contornos irregulares ensamblados
entre sí como las piezas de un puzzle. Estos osículos
están cubiertos por piel sobre la que destacan 7 crestas
óseas que lo recorren longitudinalmente.
La coloración es negra uniforme salpicada de manchas claras
y tonos naranja en la cabeza. Las aletas pectorales son muy largas
y con muy pocas escamas en los juveniles. La cabeza posee una boca
en forma de W. Es la mayor de las tortugas marinas, puede llegar
a pesar 600 kg y el caparazón medir hasta 2 metros. La longitud
media de los ejemplares adultos gira en torno a 1,6 m.
Ecología
y biología: se alimenta casi exclusivamente de medusas
que puede capturar hasta los 1.000 metros de profundidad. Muestra
una tasa de crecimiento muy rápida para un animal que consume
presas tan poco nutritivas.
Distribución:
Se distribuye mundialmente y su existencia es estrictamente oceánica
salvo cuando las hembras se acercan a la playa para desovar. Las
zonas de reproducción se localizan en las playas tropicales
a ambos márgenes del Atlántico y la nidificación
tiene lugar entre los meses de otoño e invierno.
Su presencia en Canarias es relativamente frecuente, sobre todo
en los años que abundan las medusas. Existen casos documentados
de nidificación en la isla de Fuerteventura.
Tortugas marinas en Canarias
www.canariasconservacion.org
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